lunes, 8 de junio de 2015

Contra de las máquinas de recarga de SUBE, nos sobran las razones




La patronal ha comunicado un plan para la instalación de máquinas recargadoras de tarjeta Sube en todas las líneas. La única finalidad que puede tener la automatización de la recarga, en las condiciones actuales, es la reducción de puestos de trabajo.

No sólo de boleteros - 3 o 4 boleteros por máquina - sino también de recontadores, ya que la recaudación sería menor en las cajas de Metrovias. A lo que se suma la tercerización (precarización) de auxiliares. 

Este plan, sumado a la anunciada eliminación de guardas e incremento de número de vueltas en tráfico, estaría configurando un plan maestro de reducción de personal y flexibilización laboral, que se consumaría con el congelamiento de ingresos y el no reemplazo de jubilados o bajas por cualquier razón. 

Ya existen voces desmovilizadoras que opinan que no podemos enfrentar los avances tecnológicos y proponen que nos sometamos sin haber disparado un solo tiro. Es cierto que no deberíamos oponernos a innovaciones tecnológicas, pero eso siempre que signifiquen un progreso en la situación de los trabajadores y los usuarios. Por ejemplo, si se aplicara dentro de un plan general de desarrollo del subte, con reducción de la jornada de trabajo, con más francos, más personal por extensión de la red, aumento de la frecuencia del tráfico y prolongación del horario de servicio del subte. Todas medidas que requieren mucho más personal, no menos.

Pero no es así, Macri sólo apunta a racionalizar y reducir la dotación mediante el congelamiento de vacantes y redistribución de personal para cubrir tareas que corresponderían a ingresos nuevos. Los macristas fueron claros y hasta lo firmaron en un acta con la UTA ni bien se traspasó el subte a la Ciudad: los menores ingresos posibles; traslados y flexibilización de tareas, para cubrir estaciones o tareas nuevas. No es lo mismo la introducción de automatización en un subte del primer mundo, con extensiones de centenares de kilómetros, que en uno donde las prioridades elementales son otras: el mantenimiento eficaz, la renovación de la flota, la eficiencia y seguridad del tráfico, la extensión de la red, con escaleras mecánicas que funcionen y boleterías abiertas y seguras.

No corresponde la automatización de la venta de boletos, en tanto el plan general de desarrollo de ese tipo no esté en marcha. Tampoco corresponde cambiar figuritas en una materia tan estratégica como el desarrollo del subte y la defensa de los puestos de trabajo, que es, de paso, la lucha más general contra la desocupación.

La seguridad de las boleterías es un tema urgente, nunca resuelto y no intercambiable por instalación de las máquinas. El abordaje por parte de la Comisión Directiva no ha sido encarar la ofensiva patronal, sino el truque por alguna concesión (más policía; una parodia de blindajes). Como ocurriera antes también con el “bardeo” oficial sobre la tendinitis. 

Conclusión, opinamos que desde la AGTSyP debemos oponernos a la introducción actual de máquinas que eliminen trabajadores y reclamar conocer y opinar sobre cuáles son los planes generales de SBASE – Metrovías para el desarrollo del subte. Mientras tanto, debemos preparar una campaña pública y una agenda de acciones de la AGTSyP contra el plan Macri de ajuste en el subte a costa de trabajadores y usuarios.

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