jueves, 28 de febrero de 2013

Ante la audiencia pública por el aumento de tarifa del subte


Fuera el pacto Macri – K en el subte

El aumento abusivo del boleto del subte propuesto por Macri (40%) que viene a sumarse al del 127% de enero previo, forma parte de un plan mas general de ajuste y tarifazos, pactado entre el gobierno K y el del Pro. CFK traspasó el subte a Macri con el manifiesto propósito de que el ingeniero se haga cargo del ajuste y este lo aceptó a condición de que se le otorgaran poderes especiales para hacer y deshacer a su antojo y con el objetivo de contar con una fuente de negocios, de endeudamiento y una caja negra de libre disponibilidad para el ejecutivo porteño. La coincidencia entre el kirchnerismo y el macrismo se puso de manifiesto con el apoyo K al proyecto Macri y la aprobación por ambos bloques del paquete de leyes que habilitan negociados inmobiliarios multimillonarios privatizando tierras fiscales.

No solo se aumenta el pasaje, sino que se aumenta los peajes y los sellos de los contratos para recaudar. Se autoriza un endeudamiento de la ciudad (de los contribuyentes) por 300 millones de dólares y no solo eso, sino que se pusieron a disposición de Sbase (Macri) todos los suculentos negocios colaterales del subte como alquileres, publicidad, fibra óptica etc. etc. La campaña kirchnerista para que  “Macri se haga cargo” del subte, empujada por la crisis fiscal nacional y el agotamiento de los subsidios, solo condujo al perjuicio de usuarios y trabajadores y a la entrega de un área estratégica a un gobierno derechista.

El aumento del pasaje no es el producto de ninguna investigación real de los costos genuinos que manejó Metrovías y mucho menos de la investigación del destino de los millonarios subsidios por parte de los Roggio.  Por lo tanto es un arbitrariedad que persigue el único fin de que la caja negra del subte – extra presupuestaria,  como la de Ausa o la del Banco ´Ciudad – no sea afectada por los gastos corrientes. Descargan el déficit operativo del subte sobre el bolsillo de los pasajeros y de los contribuyentes (de la Capital y del conurbano que usa el subte y las autopistas). Pero no termina allí el ajuste, el macrismo ha adelantado que establecerá una reforma laboral con flexibilización y superexplotación de la mano de obra. Ya firmó una carta de intención con la UTA y Metrovías donde se “aprieta” en materia de horarios, descansos y ritmos de trabajo. Y las partes se comprometen a cubrir las nuevas estaciones y recorridos con el personal existente, lo que implica, inevitablemente, flexibilización y polifuncionalidad. El mantenimiento descuidado durante años por el menemismo primero y el kirchnerismo desde hace 10 años, fue el producto de dejar en manos de los gerenciadores (Roggio) el destino sin control de los fondos e inversiones. Con la nueva ley del traspaso la gerenciadora sigue como si tal cosa y sus negociados – que incluyen parte del manteamiento tercerizado a empresas de Roggio – siguen en pie. No solo eso, el gobierno K los premia con la concesión del Sarmiento. Ahora el macrismo sobreactúa el trama del mantenimiento y mejoras del tráfico con un cierre arbitrario de la línea A, que se reanudaría con menos frecuencia y capacidad de trasporte. Declara que revisará el mantenimiento, pero no con más personal, nuevas inversiones y mejores herramientas, sino con el sobre trabajo del personal existente y con una infraestructura de décadas de antigüedad. La patronal agrandada con el traspaso, viene de sancionar a compañeros de la AGTSyP del taller más grande del subte por realizar una asamblea donde se evaluaba las condiciones de trabajo y los requisitos mínimos de mantenimiento. ¡Mal comienzo para mejorar la seguridad! Con una serie de amenazas a delegados y activistas el macrismo debutó apoyando a la burocracia de la Uta y desconociendo a la AGTSyP (acta Uta, gobierno, Metrovías). Otra perlita de la ley que votaron macristas y kirchneristas: los aumentos salariales quedan enganchados al precio del pasaje  (titulo VI; art 31) conformando un mecanismo de chantaje perpetuo para la reducción salarial. Coincidentemente el ministerio Tomada se abrió totalmente de cualquier intervención que resguarde los intereses de los trabajadores.

Por todo lo señalado planteamos el rechazo del aumento del boleto de subte como parte de un programa más general contra el tarifazo y el ajuste; contra el impuestazo; por la investigación independiente con control de los trabajadores de las cuentas y destino de los fondos de Metrovías (y no por las propias consultoras de la nueva patronal macrista), como condición para cualquier evaluación del precio del pasaje. Por la defensa de las condicione de trabajo de los obreros del subte y sus conquistas; contra la flexibilización laboral, los traslados y el aumento de ritmos de trabajo. Por el derecho a veto por parte de los trabajadores, de la circulación de las formaciones defectuosas y de las tareas que no cumplan con requisitos de seguridad. La desatención negligente de las mismas por la patronal se cobró dos vidas de trabajadores en el término de menos de un año. Por la libertad de organización y paritarias sin condicionamientos y el reconocimiento y personería gremial para la AGTSyP, la organización gremial del subte reconocida por los trabajadores.
La audiencia pública no es vinculante, los gobiernos hacen que escuchan y ejecutan lo que se les canta. Llamamos a todos los sectores interesados en frenar realmente esta política privatista y anti popular a organizar una vasta movilización de trabajadores y usuarios en defensa del subte y contra el tarifazo.

PARTIDO OBRERO

No hay comentarios: