jueves, 29 de julio de 2010

LOS NEGOCIOS SUBTERRANEOS

Privatización, negociados y complicidad K

Macri en la inaguración de la est.  Carabobo.
Durante la campaña electoral, Macri prometió diez kilómetros de subte por año. Cuando asumió, las estaciones Flores y Nazca de la Línea "A", Echeverría y Rosas de la "B", y Corrientes de la "H", estaban terminadas en más de un 80% y hubieran podido ser inauguradas en 2008-2009 sin inconvenientes. Sin embargo, Macri dio adelantos de dinero a las empresas y al mes siguiente paró las obras. Recién luego de dos años las retomó. Esta paralización le permitió a las empresas constructoras (como Roggio) obtener indemnizaciones millonarias del Gobierno de la Ciudad por "gastos improductivos" y "mayor permanencia en obra". Durante todo ese tiempo, Macri desvió las partidas presupuestarias destinadas a la construcción de subtes para financiar entre otras cosas la formación de la Policía Metropolitana, con su red de espionaje, mientras los trabajadores de la Ciudad recibimos aumentos por debajo de la inflación, vemos día a día el desfalco de la educación y salud públicas, y viajamos en condiciones infrahumanas para llegar al trabajo. Para retomar estas obras a principios de 2010, Macri endeudó a la ciudad en 380 millones de dólares, a una tasa usuraria del 12,5%. Luego de esta gestión inútil y corrupta, piensa aparecer en 2011 inaugurando cinco estaciones nuevas, luego de haber estafado así a todos los vecinos de la ciudad.

SBASE

Hasta hoy, el diseño, proyecto, construcción y puesta en marcha de las obras de los nuevos subtes es controlado por el SBASE (Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado), una empresa pública del Gobierno de la Ciudad. SBASE ha sufrido el recambio de cuatro presidencias, algo insólito en los pocos años de gestión macrista. El actual presidente es Juan Pablo Piccardo, que cuenta con un largo prontuario. Fue, entre otras cosas, procesado por estafas millonarias cuando era gerente de Isenbeck; ex ministro de Espacio Público y Medio Ambiente, cuestionado por sobreprecios en los contratos de recolección de basura y uno de los creadores de la UCEP (la fuerza de choque para desalojar a los sin techo). Piccardo no se queda atrás: ha despedido trabajadores que defendieron los intereses de SBASE e intentaron obstaculizar los negociados.

Lo que se viene

Lo que se viene es el proyecto de la nueva Línea "G", que iría de Retiro al Cid Campeador, y la construcción de los tramos norte y sur de la Línea "H". Para la línea "G", Macri está en vías de contratar a una empresa china, la Railway Engineering Corporation. La adjudicación se prepara en forma directa y sin licitación, por el sistema "llave en mano"; así, esta empresa va a proyectar, construir y poner en marcha las obras ella misma, prescindiendo de los trabajadores que actualmente realizan esas funciones. A su vez, se tendrá que asociar con una empresa local, que es donde Macri hace entrar a Roggio en el negocio. La empresa china financiará las obras a una tasa del 4%, pero cobrará alrededor de 1.500 millones de dólares, con una sobrefacturación del 300% (según trabajadores del propio SBASE). El negociado del subte compromete incluso a los K, que han aceitado la operación durante el viaje a China. También está la posibilidad de que las extensiones de la "H" sean llevadas a cabo con el mismo sistema de "llave en mano", lo que implica sacar del medio a los trabajadores del ente de control para evitar denuncias.

Los trabajadores del subte han realizado sistemáticamente denuncias sobre las condiciones de seguridad y el deterioro general del subterraneo. Reclamemos el control obrero de la expansión del subterráneo contra los negociados de Macri, los K y la patria contratista.

RS.

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