jueves, 12 de septiembre de 2002

"Si hay veto, habrá lucha"

Los trabajadores denuncian la conspiracion de Ibarra y Roggio
El viernes 6 de setiembre, Aníbal Ibarra recibió al cuerpo de delegados de Metrovías. El marco de la reunión fue una movilización de trabajadores del subte, junto con delegaciones del Polo Obrero y del Mijd. Ibarra no promulgó aún la ley que establece la jornada de seis horas en el subte, ni asumió un compromiso en este sentido en la reunión con el cuerpo de delegados. En cambio, reiteró ante los compañeros todas las "dudas" y objeciones que vienen formando parte de los argumentos de la patronal contra la ley. El veto, por lo tanto, continúa planteado como una clara amenaza en los tres días hábiles que restan para que la ley se promulgue automáticamente.
Provocación legislativa
Pero tampoco es cierto, como dijo Ibarra en la reunión, que el gobierno solamente se encuentre "estudiando" la ley. Hay una activa conspiración de los aliados de Ibarra contra la conquista de las seis horas. Cuando expiraba la sesión legislativa del jueves 5, el diputado Mercado - de un fantasmagórico partido "de Jubilados y Juventud" que sostiene a Ibarra - incorporó al orden del día de la sesión un "pedido de informes" sobre la "situación laboral en el subte", para que el Ejecutivo porteño diga "qué diligencias se han tomado para estudiar la posible existencia de insalubridad". Al día siguiente, en la reunión con los delegados, Ibarra se sirvió de este "proyecto" - pergeñado por sus aliados - para atacar a la Legislatura, que "un día vota reducir la jornada por las condiciones de insalubridad, y otro día nos pide informes sobre si existe insalubridad o no". Mercado, el autor de esta provocación dirigida a desprestigiar la ley de las seis horas, había sido uno de los diputados que, junto a la Ucedé y el Frente Grande (Ibarra), votaron contra la reducción de la jornada el pasado jueves 22.
Una zanahoria envenenada
En las postrimerías de la reunión de los delegados con Ibarra, el secretario de Obras Públicas, Fatala, deslizó la posición de que "el gobierno se siente mucho más cómodo con un decreto de insalubridad - emitido luego de un dictamen de la Secretaría de Relaciones Laborales de la Ciudad - que con "esa ley de las seis horas". Apareció, así, otro flanco de ataque contra los trabajadores: vetar la ley que dispone ahora las seis horas, prometiendo a cambio una futura declaración de insalubridad. Sin embargo, la Secretaría laboral porteña ya tiene posición contraria a la declaración de insalubridad. La ley, en cambio, tuvo en cuenta el carácter estructuralmente insalubre del medio ambiente laboral en el subte. Si el gobierno y sus funcionarios quieren hacer los estudios de insalubridad, mientras tanto deben regir las seis horas.
Preparar la lucha
Es evidente que el gobierno porteño se prepara para vetar. Esta preparación debe ser enfrentada por un trabajo igualmente sistemático de preparación de la huelga en todas las líneas del subte y en toda Uta. Este fue el mensaje que Charly Pérez transmitió a sus compañeros a la salida de la reunión con Ibarra: "Si hay veto, hay plan de lucha". Una lucha que, a partir de este lunes, continuará con asambleas por línea, volanteadas a los usuarios y el reclamo a la Uta por un plan de lucha en todo el transporte. Es necesario unir la lucha del subte a todas las líneas de superficie.
O el veto de Roggio o la ley de los trabajadores. Esta es la disyuntiva que se pondrá en juego en las próximas y decisivas jornadas.

 M.R.

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